martes, 3 de mayo de 2016

Malasana o Postura de la Guirnalda:

            "Mala" en sánscrito significa guirnalda. Esta postura es adecuada para favorecer una intensa apertura de las caderas, después de varias horas sentados en puestos de trabajos esta asana puede servirnos de alivio, también puede aliviar dolores lumbares que con frecuencia se debe a unas caderas demasiado rígidas.
            Para practicar esta postura o asana debemos en primer lugar separar la piernas un poco mas del ancho de las caderas, los pies girados ligeramente hacia afuera, flexiona rodillas y desciende hasta colocarte en cuclillas; separa las rodillas de forma que queden situadas justo sobre los pies, talones colocados en el suelo, si no llegan los talones puedes colocar una manta doblada bajo ellos; coloca las manos en oración en el centro del pecho y con los codos presiona suavemente las rodillas hacia afuera, abriendo las caderas y expandiendo el tórax; aleja los hombros de las orejas y alarga la columna , respirando profunda y suavemente. 
          Esta asana proporciona beneficios a nivel físico como; se considera una postura restaurativa por sus beneficios terapéuticos, flexibiliza el tendón de alquiles y el musculo tibial, relaja y tonifica los músculos de la cadera, estira las ingles, fortalece la espalda y el abdomen. La activación de los músculos de los pies estabiliza los arcos plantares, el profundo soporte en los arcos de los pies introduce enérgicamente la acción de elevación del suelo pélvico y los músculos abdominales inferiores, nos ofrece la oportunidad de alargar las tres curvas de la columna vertebral, esto normalmente activa los tres bhandhas.
            
            Realizando la Malasana sentí como inmediatamente mis caderas se abrían, no me resulto una asana fácil, es de gran esfuerzo, apertura e implica ejercitar varias partes de tu cuerpo incluyendo mantener recta la espalda mientras abres tus caderas. aunque luego de realizar esta postura  pude sentir un leve alivio de descanso y de activación corporal como si me hubiese regalado vitalidad. 

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